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"una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario"
Elbert Green Hubbard

"El tiempo pasa. Nos vamos poniendo viejos..."


En este mundo de cambios acelerados donde en tan solo 3 a 5 años puede cambiar todo, pareciera que los años nos pesan más y más.
Si naciste fuera de este milenio seguramente te vas a sentir identificado con algunos temas que intentaremos tocar en este espacio.
Educación, sociedad y los cambios tecnológicos que afectan estas esferas serán los temas centrales a tratar.

Si bien mucho de lo que expresamos aquí lleva estrecha relación con el accionar de maestros, este espacio esta abierto a todos aquellos que se sienten como nosotras, cuasi descolocados en el tiempo ¿abuelos precoces?

martes, 27 de abril de 2010

Hablamos de cambios, formas de saber y relacionarnos en la era de la información”

En el marco de la Sociedad de la información, desde un abordaje sociocultural, es evidente el nacimiento de una nueva sociedad. En dicha sociedad predomina una ideología técnica que multiplica la capacidad del hombre en el procesamiento de la información y mejora las relaciones individuales y sociales, persiguiendo notablemente remplazar las actividades humanas directas por actividades mediatizadas por herramientas o servicios.

Podríamos caracterizar esta época a través de marcados cambios culturales. Así aparecen nuevos modos de percepción y de lenguaje, quienes modifican las condiciones del saber y las formas de producción y distribución de bienes y servicios. Particularmente el saber sufre estas modificaciones, entendiendo que se descentra en relación al que ha sido su eje durante los últimos cinco siglos, el libro. Hoy los nuevos modos de organizar y de aprender los conocimientos están dados por la hipertextualidad, por los cuales se determinan nuevas modalidades y ritmos de trabajo aprendizajes.


También es necesario mencionar el surgimiento de una nueva figura de razón, como lo denomina Martín Barbero, la imagen. Su impacto es grandioso, apela a las emociones y de acuerdo a ella se configuran las interpretaciones personales, nuestras formas de pensar y percibir el mundo, donde todo es fugaz y donde nada queda materializado. Son evidentes las múltiples referencias que surgen para construir identidades, que desde la misma diversidad interactúan en busca de un enriquecimiento cultural y personal, para lograr su reconocimiento.

En esta sociedad actual, mediada por la presencia de un entorno tecnológico productor incesante de discursos e imágenes, el público se halla identificado con lo visible. Espacios que los constituyen los medios de comunicación, donde se atiende al derecho de ser informado e informar, de escuchar y ser escuchado, es el lugar mediador de las tramas imaginarias que construyen las identidades.

Esta revolución que desde los años noventa se popularizó, le otorga al usuario la sensación de ser el actor de lo que hace y de adquirir mayor libertad, el usuario es el actor de un mundo nuevo. La Internet se reconoce como el símbolo de esta época que permite las múltiples interacciones e instala la presencia de una cultura del instante, del tiempo indefinible, donde todo es posible. Así es como hablamos de la generación Google, donde este desempeña una función estructuradota de la web.

El fuerte aumento de usuarios y de herramientas a su disposición, han acelerado la dimensión relacional de la web. Ante más uso, mejor funcionará, por ello decimos que la web es de quienes la utilizan.

Estos webactores, en términos de Pisani y Piotet, son heterogéneos y diversos y en multitud son los que generan la web. Así el sistema depende de ellos, pero es imprescindible que sean conscientes de este poder.

Dentro de las posibilidades de actuar e interactuar, el encuentro y la comunicación con el otro desde una relación intermediada por máquinas, es primordial. En este proceso de encuentro indirecto cada sujeto va definiendo su identidad, modificándose de acuerdo a los contextos y al sujeto con que me encuentro.

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